Mis palabras nunca hacen nada nuevo. No se van a echar a volar, ni a esculpir en piedra. Solo deconstruyen sucesos finitos en infinitas piezas. A veces toman mi cabeza, la asaltan. Silencios mal escritos en paredes que giran en mi mente, cuando mañana no es el día que tiene que llegar.
A veces son agua profunda de secretos, o imitaciones de estrellas de colores. Aparecen y se van como si viento, desarmonías, fantasmas repitiendo incesantes que eres una imagen química en mi cerebro. Desdoblo. Me desdoblo. Te desdoblo. Nos encontramos en ese lugar que no existe.
Poco más que sombras. El reloj insiste. Baqueta contra baqueta antes del comienzo. Pero nada empieza. Y son sólo palabras. Palabras. Palabras. Palabras transitando singulares los pasos a solas. Palabras como un imán, borrándome las cassettes.