13 nov 2008

Por qué escribo [Uno]

Es absurdo escribir cuando no hay nada. Podría decir hay niebla hoy enganchada en las ramas de los árboles. Y quizás entiendas - o no - que aquel cuerno de luna se quebró en un instante y que la noche es larga y llena de oquedades tremendamente oscuras. O que el viento arrecia con las ramas que juegan a arañar cosas que no existen.

Es absurdo escribir cuando no hay nada y el sentimiento es liso como el blanco. Quizás porque escribir no es mentira. Quizás porque todo lo que escribo está escarbado insanamente en las heridas hasta llegar al fondo, too late to compromise, sin desfile circunspecto de las manos.

To be continued y los puntos suspensivos. Quizás algún día en serio comprenderé por qué escribo.

4 comentarios:

  1. Más allá de las razones que encuentres para el silencio, no, no considero tan absurdo escribir cuando no se tenga nada; hasta la nada ha de ser subrayada.
    Pasa un buen fin de semana, H.

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  2. ¿Escribir no es mentira? No siempre es de fiar aquel que se encierra a parir palabras, a vomitarlas sobre el papel o la pantalla. Puede ser el mayor mentiroso, aunque yo siempre he querido creer que el que escribe pretende acceder a la verdad a través de una mentira. ¿Un juego demasiado complicado, tal vez?

    Algún día, lo espero, comprenderás por qué escribes. Yo también espero comprenderlo,... si sigo escribiendo. Por ahora, me conformo con escribir y no cuestionarme por qué (¿será que lo necesito, como una droga?). Pretender que lo que escribo fuera vida y no mera ficción será mi Himalaya.

    Saludos. De parte de éste, también del Minotauro.

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  3. Por cierto, si me permites un pequeño cumplido, siempre que te he leído, he considerado que lo que escribes NO es mentira. Que hay demasiada verdad -tu verdad, la verdad de lo que has vivido- en tus palabras.

    Otro abrazo.

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