No te fíes de nadie - silvan los proyectiles incrustandóse en la fila enemiga. Levanto los brazos.
Hay unos ojos azules con una carta. He visto tanto horror que ya no quiero la vida. Y dispara, se vuela la tapa de los sesos. Implosiona un grito ciego como el mundo, como una bomba invertida en las entrañas.
Y otra gente muere, y otra gente mata. Caen como soldaditos de plomo en un parking de supermercado. Entre los coches ardientes de gasolina, casi inevitables como la lluvia.
Desde lo críptico que siempre se destila en tus mensajes, lo cierto es que aquí no es difícil notar el dolor.
ResponderEliminarMe gusta este texto, los tres ultimos versos son muy sugerentes. Tambien me gusta la ultima frase de "scaffold" (no se si lo estoy escribiendo bien).
ResponderEliminarGracias por tu visita, es agradable conocer lo que escribes, casi a modo de galimatias, como con una funcion catarsica. Es verdad, es oscuro, pero parece que existan rayos de luz al fondo.
(Disculpame las explicitas opiniones, no suelo hacerlas).
Un saludo.