Hasta dónde me llega la ausencia de ti.
Me pregunto en un va-y-ven de risas ajenas.
Como si me hubiera calado de pronto hasta los huesos,
desciendo.
La noche se hecho larga, demasiado larga.
La vida afuera no hace sino acentuar
adentro.
Y me duele este absurdo pensamiento
de encontrarte en casa, solo por pensarte
cerca de mí.
Ciertas preguntas no terminan con el signo que las invoca.
ResponderEliminarY la noche... la noche siempre mira por debajo
del alfeizar de la memoria...
Escarbando.
Un abrazo
Qué ocurrirá cuando finalmente lo encuentres?...
ResponderEliminarLas ausencias te hacen invisible, pero palpable a la vez, como un jodido cuchillo que desangra.
ResponderEliminaraunsencias.. que tema más dificil.. gracias por tus palabras!
ResponderEliminarLas ausencias parecen nacer de muy adentro, y tienen enormes problemas de circulación.
ResponderEliminarEs necesario, a veces, disolverlas en el sabor de lo nuevo.
El poema es precioso y triste, estoy con moreiras, qué harás cuándo aparezca.
ResponderEliminarun saludo
Será este poema de ausencia un augurio, una voz clamando o un necesario adiós que aun no se ha dado cuenta. Pero será esa combinación de letras que nos ayuda a retozar en un aire de ternura y no es poco. Besos.
ResponderEliminarY es que a veces habitan más en nuestros pensamientos que en nuestros salones.
ResponderEliminarSe ve muy bien tu casa con esta claridad.
Beauty!!
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