No quiero irme a dormir
en el desdoro
de esta noche inmensa
que grita ambulancias.
No quiero dormir,
sino marchar sonámbula
por estas calles desiertas.
Bucar fantasmas
y abordar quimeras,
bajo ambarinas luces
que no se lleva el agua.
No quiero irme a dormir
ni estoy despierta,
en este doble tiempo
que reviso.
leyéndote en este poema yo también he revisado en un instante fulminante la primera de muchas noches de insomnio, una noche de ambulancias y de agua.
ResponderEliminarabrazos con pico y alas que tampoco quieren dormir
Reafirmo que dormir es perder el tiempo...
ResponderEliminarA veces las ambulancias parecen cuchillos; a veces la noche parece su herida.
ResponderEliminarAhora el fuego y yo te leemos con una sola voz.
Un beso.