He empezado a perder los imposibles.
A recortar las estrategias.
A descoser los girones.
Y he soltado amarras, tantas veces
que
He empezado a ir a contramano
En una isla desierta
de siete mil millones.
Y di contra las cuerdas, tantas veces
que
He empezado a no estirar los todavias.
A desarmar los para siempre.
A levantar murallas
Que me dejan siendo el outsider
que
Ha empezado a jugarse el equilibrio.
A apostar contra lo facil.
A apartar la red.
Y no he salido indemne tantas veces
que
He empezado a observar otras mareas
Otros ojos, otras pieles,
Otras manos.
Y me he sentido pequegna, tantas veces
que
He cabido en cada trozo de retazo,
mientras iba de la mano controsenso
en una carcel de aire que he asumido
cada una de las veces que me caigo
sangrando inutilmente cada herida.
Has observado el devenir de tus horas
ResponderEliminaren intervalos de brevedades
cuando todo se descontrola
tantas veces
que
Has caído en los agujeros que tendían
manos invisibles en sus distancias
deshilachando corduras ajenas
tanto tiempo
que
Has perdido piezas de tu puzzle en el sendero,
sueños arrebatados por las noches,
espejismos que fueron realidades,
todas esas veces
que
Por muchas heridas que cargues sobre tu piel
no te han hecho flaquear.
Un abrazo. Desde los Laberintos.