18 ago 2009

Sala de embarque


Unión Fenosa. Lo de las bolsas, cari, que pones en las bandejita. Tienes que hacerlo con chocolate Valor. Aviso del vuelo con destino a __ embarquen por la puerta __. Siguen siendo 12000 euros. (Lloros de bebé sobre un sonido de guitarra). Susana y Ana, una de ellas venía de Zaragoza. (Risas) Ma questi non sanno pronnunciare. De cincuenta y algo... escucha... Sí, sí, sí. Es algo a estudiar, habría que hablar con la clínica. (Gritos de niños). Plantéate el 50 %. No me convence. No, no, no puedo  hablar ahora. Bueno, ¿qué tal lo están pasando los amigos de él?

Las conversaciones ajenas atacan sin piedad mis oídos como una radio mal sintonizada cuando todo lo que pido es SILENCIO.

3 comentarios:

  1. Siempre puedes incluir en tu equipaje de mano unos tapones. Todo es proponérselo...

    Un abrazo

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  2. Pues sí que sí...pues eso...lo que te iba contando...saludos entrecortados...

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  3. Pero, ¿cómo se te ocurre pedir silencio? El mundo no quiere silencio, el mundo no concede silencio. El mundo es una vorágine cuando uno menos lo espera. El silencio... es una utopía. O quizás sólo es dominio de los durmientes y de los cementerios.

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