23 mar 2010
Una farola
Para leer escuchando la BSO de 21 gramos .
En ese cielo azul había una farola que agitaba sus ramas con el viento. Un surtidor naranja de vuelta al suelo, apenas nada contra la noche. Había visto pasear a los perros a las horas en que salen a husmear la basura como seres de nadie. Había visto a los amantes despedirse mirando de reojo, con labios de quien no estaba ya en aquel beso. La cena, mi mujer, los críos, la reunión mañana.
Había soñado el lento caminar, tan enconvado de la que dijo: Te voy a hacer invencible y que en secreto, cuenta las ausencias como arrastra las botellas vacías. Un rosario de colegiales con mochilas de ruedas. Son quizás aún las cuatro de la tarde cuando enreda las ondas invisibles de un tequiero a una quinceañera que desplaza el aire, sólida, con la certeza joven de dominar el espacio.
Había despertado con las hojas del periódico a sus pies, sucias de guerra y escándalo, donde el barro era la menor de las manchas y la tinta iba desangrando vergüenza. Las voces desvahídas en el resplandor ambarino de su resucitar eléctrico, doblando la esquina apenas, por mitad desnudas en redes y tacones de plástico, directas al tajo. Nena estos son superfashion total y en blanco te los deja en 15.
A última hora intentó forzar los circuitos parpadeándo como la luz de la ambulancia, hasta apagarse en un incómodo zumbido. No sirve ni arreglarla - dijeron los técnicos, mientras arracancaban sus raíces con la grúa. Nadie quiso recuperar el trozo de cuerda del que los bomberos habían descolgado el cadáver a primera hora de la mañana.
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Excelente, H. Excelente.
ResponderEliminarTodo se para en un instante y todo lo vemos, lo cotidiano y lo terrible.
ResponderEliminarUn abrazo, estupendo texto
Recuerdo haberte sobresaltado alguna vez en el Laberinto, haberte cortado la respiración.
ResponderEliminarY tú, como si hubieras destilado un veneno que mata segundo a segundo en un vaso, acabas de hacer lo mismo conmigo a través de este texto.
La melancolía, que coquetea con la desesperación, y, al final... ZAS... la guillotina.
Increíble (por lo creíble de lo que cuentas. Lo terriblemente creíble...)