4 jun 2012

Boicot.

Desbrozar la lluvia, alinear las esquinas. Este verano de no más de 15 grados. Y esta carnicería contenida, en cajas apiladas, en armarios. Dime de qué manera llevo las medallas, y te diré dónde me escondo de la vida. Esta soledad descontrolada, se me propaga como el cáncer de te extraño. Y me lavo la boca. Cierro los puños, levanto los ojos. Cuando preguntan, callo.

Soy de alguna clase de valiente que tiembla sin un campo de batalla. Al tiempo el aliado y enemigo, a siete horas de duda en mar que encalla. Disparo. Disparo. Disparo. Y soy blanco imparable escarbando la herida. Suicido el resultado sin testarlo.

En ninguno de los casos saldré indemne.

2 comentarios:

  1. Así es, nunca se sale indemne. Pero se vive más con lo que se muere que con lo que nace. Paradojas. Bello texto.

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  2. Un soldado acuartelado, eso pareces. ¿Realmente es necesario el combate?

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