Esta pendiente negativa va arrasando nuestra economía y souvenirs. Como un torbellino que desbarata todas las sonrisas. Donde el rugir del viento no deja que nos contemos secretos al oído. Tanto ruido haciendo un gran silencio. Oyendo sólo mi retorno, cada vez más lejos de ti.
Esta pendiente negativa no practica estrategias. Tan sólo reglas de tres donde tú eres a algo que no es proporcional a mi. Tengo el corazón caliente, la razón fría. Y no sé hacerlo de otra manera. Maldito este método científico, esta lluvia, esta distancia. Maldito este peso que ya no llevo encima y que me aleja, por esta pendiente negativa, cada vez más lejos de ti.
Los asideros de esa pendiente negativa, agazapados en cualquier esquina de esas que la luz propone, sin duda esperan tus palabras y tu risa.
ResponderEliminarMe seguiré fijando.
Un beso, Nómada.
Hay mucho desasosiego en tus palabras. Cuando uno baja tan rápido lo que tanto ha costado subir, toda la energía se va por la cuesta. Queda la esperanza de encontrar un camino llano al final. Y nuevos paisajes.
ResponderEliminarLo más doloroso es que parece inevitable hasta que se estrella o se define el vacío en su totalidad...y allí quién sabe cómo se sale...Besos.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarPerdona si mis palabras te molestan...
Si el poema tiene que ver contigo misma, déjame decirte que controles la caida. Olvídate de todo, no te olvides de ti misma.
El ser humano tiene, mecanismos interiores muy potentes para, salir adelante sin química.
un abrazo